Hace más de una década, comenzó el proyecto de Mendivil, en el que la artista cuestiona en formas de expresión siempre nuevas el papel de la humanidad en su relación actual con el planeta "madre tierra" para crear una nueva relación entre las dos alienantes. Las formas de expresión utilizadas por el artista surgen de varios campos de actividad que ya no son en el sentido de la "obra de arte total" (obra de arte total) únicamente atribuibles a las artes escénicas, pero junto con la danza, la música y la pintura, también la moda y los proyectos comunitarios. De la "jardinería urbana" al trabajo con niños. Mendivil continúa así una comprensión ampliada del arte, como lo describe Joseph Beuys, por ejemplo en su acción "7000 Oaks",una vez se probó y se expresó en el papel de artistas establecidos del siglo XX, desde Marina Abramović hasta Rebecca Horn, que actúan en el sentido más amplio como artista-chamán. El objetivo de todo el trabajo del proyecto "MujerArbolArt" es el espectador, su sensibilidad a sus propias necesidades y la de su hábitat, nuestra "madre tierra", el sentimiento de la profunda conexión entre el hombre y la naturaleza, así como la experiencia de las propias raíces culturales. El trabajo se asemeja a una semilla que se planta en el momento presente para crear personas emocionalmente alertas y conectadas a la vida y para desarrollar una nueva humanidad.

La estética y el lenguaje que utiliza el artista son los del surrealismo. En el centro de cada trabajo se encuentra el árbol como un rompecabezas de imágenes (cuadro enigmático) entre el hombre y la planta, que simboliza todo lo que une al hombre y la naturaleza. En su arraigo en la tierra y su crecimiento simultáneo al cielo, encarna la posición del hombre entre la materia y el espíritu. Pero no se cuenta una historia, no se presenta un sueño concreto como una explicación, sino más bien un sentimiento, un contexto, un espacio de asociación, que a menudo se abre sobre el colorido de las obras. Una obra de rojos y marrones parece estar dedicada al tema de la madre tierra, la carne humana, que rodea el nacimiento y la muerte como expresión de un poder arcaico y femenino. Otra imagen brilla de un azul plateado, el árbol resulta ser un bailarín, sus frutos son los planetas, las hojas las estrellas, la corona del cosmos. Todas las obras se caracterizan por una alta artesanía artística, el cuerpo humano se reproduce con precisión fotográfica. En trabajos recientes, cada vez más está emergiendo de la corteza del árbol, se está volviendo más dinámico. El cuerpo femenino bailando, la pose danzante, aparece en primer plano. La corteza genera cada vez más a la tela de velo. El árbol estático se pone en movimiento, las raíces ejecutan líneas de color, púrpura, verde, metal brillante, tecnoide. La armonía entre el hombre y la naturaleza está en peligro. El bailarín no solo rompe los grilletes con su ladrido, sino a sí mismo. ¿Adónde conducirá esta lucha de poder?

 

Vera Herzog

Crítico e historiadora del arte

Berlin,Alemania, November 2016.

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Su obra esta animada por la presencia de una estática aparición, dotada colores, arboles que se funden en una figura femenina y masculina. Esta figura se asemeja a uno de los organismos que están en la frontera de la flora con lo humano. En esta obra la luz adquiere una significación particular como factor expresivo.

No es sin embargo el claroscuro que los impresionistas intentaban analizar, sino la radiación mística que emana de la época lítica.

Cielo, tierra y la presencia humana incorporada.

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Parece como si la pintora hubiese penetrado en la naturaleza del vertiginoso despertar de la flor del desierto y estuviese relatando ese despertar como una de aquellos sucesos  que han conmovido a los místicos desde el principio de los tiempos.

En esta obra, el elemento humanista se hace visible en una medida desconocida hasta hora en toda la obra. Con ella, se pone a la par de las  grandes figuras de la plástica moderna. Paola Mendivil Leal se muestra a si misma que no es el mero transmisor de visiones que dan una expresión concreta e imperiosa a los inminentes horrores por venir, simultáneamente eleva a la humanidad a un mundo que explica en que ámbitos deben buscarse las raíces de su propia existencia.

Su obra esencia de vida representa nuevas versiones de una poética pictórica que sugiere con su titulo. Encuentra  su titulo a medida que trabaja, de acuerdo con la manera que va poniendo las cosas en el lienzo.

Su lenguaje de formas, colores poseen en carácter alegra y poético de sus composiciones y expresiones surrealistas.

 

Adaulfo Mendivill.

Curador, Restaurador de obras de arte

Bogota,Colombia 2004.